Extrañándote todos los días

Hoy me desperté pensando en ti... En la falta que me has hecho todos estos años desde que no estás, en cómo me siento cada vez que sé que no estás para escucharme, para mirarme, para llamarme, para hacerme ver cómo era importante que en tu vida yo fuera feliz. Me entristezco contigo porque te fuiste, sin razón aparente vuelvo al mismo recuerdo que me hace sentirte más cerca, o mejor, como si los años no hubiesen pasado y todavía estoy a tu lado… Solía pensar que las enfermeras del hospital habían sido muy simpáticas y que entendían mi dolor, por haberme dejado dormir a tu lado y estar en tu lecho todas las veces que lo pedía, pero hoy veo que no era un sentimiento de simpatía, pero si un sentimiento de lastima, tal como muchas otras personas ellas sabían que te restaba poco tiempo, y ese poco tiempo pasado juntas sería más fácil.

Como la esperanza es lo único que nos resta en estos momentos, nunca quise aceptar que te podía perder. Siempre pensé que te llevaría a casa uno de esos días... Ahora solo me resta tu retrato que miro todos los días como si fuera agua para mi sed de no tenerte y este sentimiento de injusticia que me acompañará por siempre al sentir que podré vivir y compartir contigo tantos momentos y no comparto si no los recuerdos que me laten vivamente en lo más profundo de mi alma.

Te fuiste hace mucho pero aún te sigo extrañando! 

Donde estés espero que me extrañes con la misma intensidad que yo a ti. 

Te amaré por siempre Mamá.